—Aparecida en 1962, la obra Primavera Silenciosa de Rachel Carson se convirtió en poco tiempo en un libro icónico, un punto de inflexión del movimiento de defensa y conservación del medio ambiente.—

 

Primavera Silenciosa no fue, ni mucho menos, la primera denuncia de los efectos negativos sobre la naturaleza de actividades humanas como la industria o la agricultura extensiva. De hecho, ya desde finales del siglo XIX, e incluso antes, se articularon discursos en varios puntos del planeta, que ponían sobre la mesa la necesidad de preservar el mundo natural de los “ataques” de la “modernidad”. La industrialización cada vez más agresiva provocó el surgimiento de las primeras voces públicas contra la explotación sin límites de la naturaleza. La creación, en 1872, del Parque Nacional de Yellowstone fue uno de los puntos álgidos de un movimiento preservacionista, que destacaba los valores románticos, casi espirituales, y también estéticos, de los espacios naturales. Estos tenían que mantenerse de la forma más silvestre posible, no solo por el bien de los animales y las plantas, sino también por los humanos, cuya vida era cada vez más urbana.

Las dos guerras mundiales trajeron consecuencias que fueron determinantes para el surgimiento tanto de un gran complejo de relaciones entre ciencia, tecnología y empresa privada, como de una conciencia pública preocupada por el vínculo entre humanos y naturaleza, especialmente en relación con los usos militares y civiles de los nuevos productos químicos artificiales y de la energía nuclear. De este modo, el contexto de la Guerra Fría marcó la aparición de Primavera Silenciosa, un libro que, firmado por la bióloga americana Rachel Carson (1907-1964), denunciaba los efectos nocivos sobre los seres vivos y el ambiente del uso abusivo de pesticidas químicos como el diclorodifeniltricloroetano, conocido habitualmente como DDT.

Anuncio en la revista Time de los productos basados en el DDT PennSalt, julio 1947. Science History Institute, Philadelphia.

Antes de continuar con la historia de Primavera Silenciosa, es necesario explorar primero dos “biografías”: la de la principal protagonista, Rachel Carson, y la del principal elemento en discordia, el DDT. Empezaremos por el segundo. Sintetizado a finales del siglo XIX en Viena, el DDT es una sustancia química que altera el sistema hormonal de los seres vivos. Fácil de obtener en el laboratorio, el DDT fue “redescubierto” en 1939 por el químico suizo Paul Hermann Müller (1899-1965), que observó por primera vez las propiedades insecticidas de este componente. El éxito de esta nueva aplicación, rápidamente patentada por Müller, fue fulminante. Su bajo coste, efectividad, fácil aplicación y aparente poca toxicidad hicieron que, en poco tiempo, fuera utilizado de forma masiva contra los insectos transmisores de enfermedades como el tifus o la malaria, así como para luchar contra plagas agrícolas. El éxito del DDT quedó patente en imágenes de famosos pulverizadores domésticos, o de avionetas y camiones rociando sobre la población y los cultivos de todo el mundo. También quedó ratificado en 1948 con la concesión del premio Nobel de Fisiología y Medicina a Paul Müller. No hay que olvidar, por lo tanto, que, cuando Carson escribió Primavera Silenciosa, el DDT no solo era utilizado de forma amplia y variada, sino que era considerado por muchos como casi un milagro.

Carson mirando por el microscopio alrededor de 1962. Beinecke Rare Book and Manuscript Library, Yale University. Science History Institute, Philadelphia.

Nacida en 1907 en el estado norteamericano de Pennsylvania, Carson empezó la carrera de filología inglesa decidida a convertirse en escritora, pero la dejó para estudiar biología en el Pennsylvania College for Women, la actual Chatham University, en Pittsburgh. Después de superar un máster en biología marina en la John Hopkins University, Carson empezó un doctorado. La llegada de la Gran Depresión americana y la muerte prematura de su padre hicieron tambalear la situación económica de la familia Carson, por lo que Rachel se vio obligada a dejar los estudios y buscar trabajo fuera de la universidad. Comenzó a trabajar en lo que sería el Servicio de Pesca y Fauna Salvaje de los Estados Unidos. Primero trabajó como escritora de textos divulgativos, pero más tarde ganó una plaza como bióloga, la segunda mujer en conseguir algo parecido. Pasó a encargarse de recoger y analizar datos sobre poblaciones de peces. Su estilo atractivo de hablar acerca de temas marinos llamó la atención de una prestigiosa editorial. El resultado fue Under the Sea Wind, un libro publicado en 1941, que recibió buenas críticas y permitió la publicación de un segundo, The Sea Around Us (1951), que se convirtió en un éxito de ventas. Asegurada la supervivencia económica, Carson decidió abandonar su trabajo y convertirse en escritora. En esta época, ya hacía unos años que se había interesado por los posibles efectos perjudiciales del DDT y otros compuestos sobre el medio ambiente. Pero fue necesario esperar hasta después de la publicación de su tercer libro, The Edge of the Sea (1955), y la aprobación por parte del gobierno norteamericano de planes de fumigación generalizada, para que la escritora se decidiera a investigar, documentarse y buscar ejemplos de estudios y artículos científicos acerca de los efectos de los pesticidas sobre el medio ambiente.

Fumigación con DDT en un área de filtración cercana a un canal de riego en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos, mayo de 1959. Public Health Image Library.

Carson no fue la primera en denunciar estos efectos negativos. De hecho, asociaciones naturalistas como la Audubon Naturalist Society se habían mostrado ya contrarias a las fumigaciones incontroladas. Ahora bien, su estilo atractivo y literario, y la popularidad ganada con sus libros anteriores, hicieron que Primavera Silenciosa se convirtiera en el vehículo perfecto para llevar a la luz pública los efectos nocivos de los pesticidas sobre el medio ambiente. Fue publicada inicialmente por entregas en el semanario The New Yorker y, finalmente, en septiembre del año 1962, por la editorial Houghton Mifflin. El libro fue también la chispa de una gran controversia entre la industria, los científicos, los conservacionistas y el gobierno americano. La denuncia de Carson estaba centrada en los problemas causados por la poca especificidad de los insecticidas, que la escritora proponía denominar “biocidas” puesto que afectaban a todos los seres vivos y no solo a los insectos. De hecho, Carson basaba sus argumentaciones en estudios científicos que mostraban, entre otros problemas, la disminución de las poblaciones de animales como las ardillas o las aves. Además, Primavera Silenciosa ponía en primer plano los problemas de la bioacumulación y de la resistencia adquirida por los insectos, así como los posibles efectos de estos compuestos para la salud humana. También denunció la campaña de desinformación acerca de estos peligros por parte de la industria química americana. La escritora imaginó su libro como una confrontación entre una visión del mundo en la que el ser humano domina la naturaleza, un planteamiento que conducía a las fumigaciones masivas, y otra actitud, la defendida en el libro, que buscaba un equilibrio entre los seres humanos y el resto del mundo natural.

Los insectos voladores y picadores de la Jones Beach mueren en una nube de DDT, el nuevo insecticida. National Geographic, 1945. Fieldquestions.

Silent Spring, el título en inglés, tuvo un éxito sin precedentes entre el público lector, aunque también recibió una avalancha de críticas desde diferentes sectores y en todas direcciones. Incluso antes de su publicación, grandes empresas como The Velsicol Chemical Corporation, una de las principales productoras de pesticidas, desarrollaron una activa campaña contra el libro. Presionaron a la editorial para evitar que lo publicara y difundieron artículos contrarios a los puntos de vista de Carson en una gran variedad de periódicos y revistas dirigidas a un amplio espectro de públicos. En las revistas corporativas, como la de la multinacional Montsanto, se publicó una parodia del libro de Carson, donde se imaginaba un mundo bajo el dominio de los insectos. Desde la prestigiosa revista Science, pasando por semanarios populares como Time o diarios como US News, diversos periodistas, científicos y grandes empresas productoras de pesticidas atacaron sin piedad los argumentos de Primavera Silenciosa, y también se ensañaron con Carson personalmente.

Soldados americanos en una demostración de fumigación con DDT. EE. UU., 1973. Science History Institute, Philadelphia.

La lógica de la Guerra Fría, la carrera científica de Carson y su condición de mujer fueron fundamentales para entender los ataques personales. Periodistas y científicos, casi todos hombres, la acusaban de intentar provocar una escasez de alimentos por sus simpatías comunistas. También la descalificaban por ser una amateur o una periodista científica sin formación ni conocimientos especializados, de basar su ciencia en errores y anécdotas sin pruebas o de escribir desde las emociones y los sentimientos (femeninos) y no desde la racionalidad (masculina) de la ciencia moderna. En definitiva, Carson era atacada, e incluso amenazada, por ser una científica independiente, mujer, que se preocupaba por los animalitos, y que no tenía amigos en el “mainstream” de la investigación científica y su aplicación industrial. Estas críticas provocaron un aumento en la venta de sus libros, así como la defensa de Carson por parte de otros científicos y personajes públicos. Un programa especial en la televisión, en el que aparecieron Carson y algunos de sus críticos, provocó la elaboración de un informe por parte del comité de ciencia del presidente de los Estados Unidos sobre los peligros de los pesticidas.

En mayo de 1963, Carson atestiguó ante este comité, el cual, posteriormente, publicó un informe que admitía los peligros de los insecticidas, tal y como se presentaban en Primavera Silenciosa. Este fue un primer paso para la regulación de las fumigaciones masivas que se fue sucediendo en todos los países del mundo. Aunque en vida recibió varios premios, Carson no tendría mucho tiempo para saborear su “victoria”. En 1960, cuando todavía estaba investigando y escribiendo Silent Spring, le diagnosticaron un cáncer de mama. Inicialmente, decidió esconder su enfermedad, en parte porque temía el uso que podían hacer sus oponentes de esta información para descalificarla y tildar sus datos de sesgados. Ya muy debilitada, en abril de 1964, menos de dos años después de la publicación de Primavera Silenciosa, Rachel Carson murió en su casa de Maryland.

La prohibición, o severa restricción, del DDT, realizada en 1972 en Estados Unidos, la creación de la Agencia de Protección Ambiental americana (EPA), así como, sobre todo, la influencia en los movimientos ecologistas, son algunos de los principales legados de Carson y Silent Spring. El enorme impacto del libro, la prematura muerte de Carson, la coincidencia con otras problemáticas surgidas de productos químicos como la talidomida o la constante amenaza nuclear, la denuncia contra poderosas corporaciones que presentaba Primavera Silenciosa, las constantes críticas a la figura Carson, que todavía aparecen cíclicamente por parte de estas corporaciones, han transformado a Rachel Carson en una inspiración y un símbolo del ecologismo en todo el mundo.

 

 

Miquel Carandell Baruzzi
IHC-UAB
Museu de Ciències Naturals de Granollers

 

Para saber más

Puedes ampliar la información con la bibliografía y recursos disponibles.

Lecturas recomendadas

Carson, Rachel. Primavera Silenciosa. Barcelona: Crítica; 2016 (1962).

Brooks, Paul. Biografía y obra de Rachel Carson. Precursora del movimiento ecologista. Barcelona: Gedisa; 2012.

Lear, Linda. Rachel Carson: Witness for Nature. New York: Henry Holt and Company; 1997.

Estudios

Smith, Michael B. “Silence, Miss Carson!” Science, Gender, and the Reception of «Silent Spring». Feminist Studies. 27(3); 2001: 733-752.

Dunlap, Thomas R. DDT, Silent Spring, and the Rise of Environmentalism: Classic Texts. Washington: University of Washington Press, 2008.

Graham, Frank. Since Silent Spring. Boston: Houghton Mifflin, 1970, Fawcett, 1976.

Lytle, Mark H. The Gentle Subversive: Rachel Carson, Silent Spring, and the Rise of the Environmental Movement. Oxford: Oxford University Press, 2007.

Oreskes, Naomi and Conway, Eric “Denial Rides Again: The Revisionist Attack on Rachel Carson”, in: Oreskes, Naomi and Conway, Eric, Merchants of Doubt.  New York: Bloomsbury Press, 2010.

Oreskes, Naomi and Conway, Eric. Mercaderes de dudas. Madrid: Capitán Swing, 2018.

Pérez Criado, Silvia. “El legado de Rachel Carson”. Anales de Química. 11 (4); 2017: 88-96. Disponible en este enlace.

Páginas de internet y otros recursos

Exposición virtual “Rachel Carson’s Silent Spring, a Book that Changed the World” coordinada por Mark Stoll. Disponible en este enlace.

Página web oficial de Rachel Carson, coordinada por Linda Lear, autora de la biografía de Rachel Carson. Disponible en este enlace.