—La síntesis de la medicina clásica realizada por Galeno y sus seguidores consiguió crear el modelo imperante en el mundo occidental hasta el siglo XVIII.

 

Pocos personajes dedicados al estudio del cuerpo humano, sano y enfermo, y al arte de curar, desde una perspectiva estrictamente racional, han tenido la influencia de Galeno. De hecho, el “galenismo” como manera de entender la medicina, inspirada en las ideas del médico griego, se desarrolló hasta prácticamente la mitad del siglo XVII, y su influencia se hizo evidente en muchos aspectos hasta el siglo XX. Debemos entender esta etiqueta (galenismo) como un concepto dinámico, en permanente evolución, comentario y discusión que dio pie a un enorme corpus doctrinal. El galenismo de la época medieval o moderna había cambiado bastante respecto a las enseñanzas genuinas de nuestro médico.

Representación de Galeno (en el centro) en el Dioscórides de Viena (Codex medicus Graecus). Wikipedia.

Galeno nació en el año 129 en Pérgamo, ciudad bajo la influencia del Imperio Romano, que en aquel momento era una urbe que se encontraba en la cima de su prosperidad, como lo evidencia el extraordinario desarrollo urbanístico y arquitectónico. Galeno era hijo de un rico arquitecto, beneficiado por la gran actividad constructiva, aunque él fue educado exquisitamente en la lengua griega, como filósofo y hombre de letras. Tal vez el hecho de que su ciudad natal fuera la sede de un magnífico y famoso santuario dedicado al dios de la medicina, Asclepio, le influenció hasta el punto de que a los 16 años decidió dar un giro en su carrera y estudiar medicina. Su extraordinaria y variada formación, con un gran conocimiento obtenido a partir de la lectura de numerosos libros, que él mismo poseyó, la obtuvo en Pérgamo, pero también en Esmirna y la ciudad egipcia de Alejandría, el mayor centro médico del mundo antiguo. El extraordinario conocimiento de la medicina, particularmente hipocrática, fue usado por Galeno para denostar a sus competidores, incapaces de hacer frente a su erudición. De todos sus profesores y estudios adquirió una serie de principios que nunca abandonó y que desarrolló de una manera personal: la preeminencia de la naturaleza humana, la teoría de los cuatro humores, la importancia de la prognosis y la aproximación holística a una terapia de carácter individualista.

Después de más de una década dedicado a formarse, regresó a su ciudad natal. Allí se convirtió en el médico jefe de una tropa de gladiadores, mantenida por el sumo pontífice de Asia. Los conocimientos quirúrgicos que aquella experiencia le proporcionó no fueron nada despreciables para su posterior carrera médica.

Busto de Marco Aurelio (Metropolitan Museum of Art, Nueva York). Wikipedia.

En el año 162 se desplazó a Roma. Su éxito en el tratamiento a ricos e influyentes pacientes a los que otros médicos habían desahuciado, sus enormes conocimientos, su capacidad retórica en los debates públicos y su habilidad para autopublicitarse, en definitiva, le permitieron alcanzar rápidamente la fama. Su reputación como filósofo y médico no dejó de crecer, como también sus contactos con conocidos filósofos, y su nivel de riqueza creció en la misma proporción. En el 166 abandonó la capital, según dijo, cansado de la envidia de sus colegas de profesión, aunque posiblemente la razón real de su regreso a Pérgamo fue una epidemia. En torno al año 168 fue llamado por el emperador Lucio Vero y por Marco Aurelio para acompañarlos en las campañas militares en el norte de Italia. Después de la muerte de Vero, regresó a Roma, donde sirvió también a los emperadores Comodo y Septimio Severo. Aunque sus biógrafos árabes pensaron que murió a la edad de 87 años, en torno al año 216, recientes estudios no llevan esta fecha más allá del 207. La disputa continúa abierta.

Galeno fue un escritor prolífico. Se conocen cerca de 300 títulos atribuidos a su persona, de los cuales solamente han sobrevivido la mitad, total o parcialmente. Entendió la anatomía como el fundamento del conocimiento médico, y diseccionó y experimentó con muchos animales, tales como monos, cerdos, ovejas y cabras. Fue un gran defensor de la disección como vía para mejorar la habilidad quirúrgica y para investigar los fenómenos de la vida. En cambio, la fisiología galenista se componía de una mezcla de ideas pertenecientes a filósofos como Platón y Aristóteles y del médico Hipócrates de Cos, de quien tomó la mayor parte de sus enseñanzas en medicina. El acercamiento crítico al enorme y heterogéneo compendio de obras que son el Corpus Hipocraticus, construido fundamentalmente por los seguidores del médico de Cos, es fundamental para poder entender el pensamiento médico de Galeno. Pero también fue clave su formación filosófica en Esmirna, conectada a las más importantes sectas (estoicos, platónicos, aristotélicos y epicúreos). Galeno estaba convencido de que un buen médico debía ser también filósofo (aunque haya buenos médicos que no lo fueran). Para ser eficaces los médicos debían contar con las armas de la lógica para elaborar un buen diagnóstico, y la ética en su relación con los pacientes, aunque no fueran consciente mientras se producía el tratamiento. Ahora bien, para Galeno por encima de todo estaba la «demostración científica», la aplicación del pensamiento lógico y las pruebas empíricas. Por ello se mostró poco dogmático y animó al médico a pensar por sí mismo.

Como se ha señalado, su pensamiento filosófico fue ecléctico. A Aristóteles debe su visión del universo y del cuerpo como microcosmos. También le debe al filósofo estagirita su visión de las facultades, las capacidades corporales para desarrollar sus funciones normales, cada una derivando de una específica combinación de elementos y cualidades al nivel más básico. Sin embargo, su entendimiento del cuerpo está conectado estrechamente con el Timaeus de Platón, que contenía doctrinas médicas que Galeno identificó como concordantes con las de Hipócrates. Galeno creyó apasionadamente en la existencia de un creador, lo que le llevó a desarrollar un pensamiento teleológico. También creyó en un alma tripartita platónica, a diferencia de la de Aristóteles.

Disección de un cerdo, Opera omnia de Galeno (Venecia, 1565). Wikipedia.

Galeno entendió el cuerpo como tres sistemas interconectados: el cerebro y los nervios, responsables de las sensaciones y el pensamiento; el corazón y las arterias, responsables de la energía vital; y el hígado y las venas, responsables de la nutrición y el crecimiento. El complejo sistema, altamente especulativo pero muy atractivo intelectualmente, se mantuvo a grandes rasgos durante siglos. Fundamentándose en la medicina de Hipócrates, Galeno creía que la salud humana requería un equilibrio entre los cuatro fluidos corporales principales, o humores: sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema. Cada uno de los cuatro elementos estaba constituido por dos de las cuatro cualidades primarias: seco, húmedo, frío y cálido. Pero a diferencia de Hipócrates, pensaba que el desequilibrio de los humores se podía dar en los órganos específicos, como también en todo el cuerpo en su conjunto. Esta modificación permitía un diagnóstico mucho más preciso y prescribir remedios específicos para restaurar el equilibrio del organismo.

Impreso de la obra de Galeno (Venecia, 1597). Wikipedia.

Las obras de Galeno circularon ampliamente durante su vida. Posteriormente, en el siglo VI sus textos fueron recogidos en Alejandría, y sus teorías viajaron hacia el mundo bizantino. Muchos manuscritos griegos fueron recopilados y traducidos en el mundo árabe a la lengua de Mahoma y al siriaco, en torno al siglo IX, particularmente en la corte de Bagdad, donde se recogieron 129 de sus trabajos. Hunayn ibn Ishaq fue el principal autor que preparó y anotó estas obras. Durante el siglo XI estos textos fueron traducidos al latín, y llegaron a configurar la base sobre la que se fundamentó la formación médica en las universidades europeas. A finales del siglo XV, los humanistas italianos prepararon nuevas versiones latinas de su obra. Ya en el siglo XVI predominaba una particular visión de Galeno como clínico, diagnosticador y anatomista. Solo a partir de aquel momento la obra del médico flamenco Andrea Vesalio, que mostró que la anatomía galenista era más animal que humana, y de William Harvey, sobre la circulación de la sangre, pondrían en crisis muchas de sus aportaciones. Aun así, su obra continuó vigente mucho tiempo después. Galeno nos muestra que hace veinte siglos muchos de los rasgos de la ciencia actual estaban presentes: los viajes de formación o por trabajo; el papel del mecenazgo; la capacidad retórica de convencer a los colegas; las controversias; o el ascenso y la promoción a través del conocimiento.

 

 

Carmel Ferragud
IILP-UV

Cómo citar este artículo:
Ferragud, Carmel. Claudio Galeno y el galenismo. Sabers en acció, 2020-11-09. https://sabersenaccio.iec.cat/es/claudio-galeno-y-el-galenismo/.

 

Para saber más

Puedes ampliar la información con la bibliografía y recursos disponibles.

Lecturas recomendadas

Mattern, Susan P. The prince of medicine. Galen in the Roman Empire. Oxford: Oxford University Press, 2013.

Nutton, Vivian. A thinking Doctor in Imperial Rome. Routledge; 2020.

Estudios

Boudon-Millot, Véronique, ed. Galien: Introduction générale; Sur l’ordre de ses propres livres; Sur ses propres livres; Que l’excellent médecin est aussi philosophe. Paris: Les Belles Lettres; 2007.

C. Gill, T. Whitmarsh, J. Wilkins, eds. Galen and the World of Knowledge. Cambridge: Cambridge University Press; 2009.

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Mattern, SP. Physicians and the Roman Imperial Aristocracy: The Patronage of Therapeutics. Bulletin of the History of Medicine. 1999; 73 (1): 1–18.

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Fuentes

Corpus Medicorum Graecorum. Latinorum [consulta 17 de junio de 2020]. Disponible en este enlace.